Informaciones generales
Detalles del programa
Viaja a lo más profundo del corazón del Amazonas y visita algunas de las cataratas más increíbles de la región de Manaos. Rinde homenaje a la madre naturaleza en las cascadas del Santuario, para a continuación disfrutar de una comida tradicional brasileña antes de emprender rumbo a la cascada de Iracema por la tarde. Prepárate para ver mucha agua, muchas salpicaduras y mucho ruido.
Saldremos de Manaos por la mañana y viajaremos por la selva hacia Presidente Figueiredo, una animada localidad a orillas del río Urubui. Desde aquí emprenderemos camino a pie hacia las cascadas del Santuario (''Cachoeira do Santuário''), un conjunto de tres cascadas, de las cuales la mayor tiene una altura de unos 5 metros. La fuerza de la corriente hace que el agua choque contra las rocas y las salpicaduras producen una fina bruma que crea un bonito espectáculo visual. A pesar de la fuerza del agua se han creado unas piscinas naturales en la orilla del río, haciendo que sea posible disfrutar de un agradable chapuzón. El agua contrasta con la vegetación y parece crear una gran variedad de colores, mientras que en la orilla se puede ver una mezcla de rocas y de raíces enredadas. Detrás de una de las cascadas se puede ver una estatua de Santa Clara, de ahí el nombre de cascadas del Santuario.
A continuación nos dirigiremos a un restaurante de la zona para darnos un banquete con una comida típica brasileña para a continuación proseguir con nuestra aventura en la selva y visitar la impresionante cascada de Iracema. Esta cascada de 8 metros de altura es mucho más ancha que las del Santuario y podrás acercarte hasta el salto del agua para ''darte una ducha''. Cuando el caudal está bajo se forman pequeñas piscinas naturales, por lo que podrás disfrutar de un jacuzzi natural.
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